Dominar el movimiento con la quietud
- Miguel Briske
- 6 ago
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 5 días
En la práctica de las artes marciales, tanto internas como externas, hay un principio que atraviesa estilos, generaciones y filosofías: la calma como fuente de poder.
La frase china “以静制动” – “Dominar el movimiento con la quietud” – no es solo un consejo táctico para el combate, sino un pilar fundamental de la vida marcial: el verdadero control no surge del frenesí, sino de la serenidad cultivada.
Como dice un viejo proverbio marcial:
“在老树盘根处,卧有猛虎,藏有蛟龙” “En las raíces retorcidas de viejos árboles hay tigres agazapados y dragones ocultos.”
La imagen es poderosa: en lo más profundo y estable yace el potencial explosivo, oculto y listo para surgir.
Así también debe ser el practicante: firme, enraizado y enfocado, para desplegar en el momento justo toda su energía.
Zhan Zhuang: La calma que construye poder
En el entrenamiento tradicional, este principio encuentra su máxima expresión en el Zhan Zhuang (站桩) – el “entrenamiento de pie” o “postura de árbol”.
Quien nunca lo ha practicado puede subestimarlo: permanecer inmóvil, aparentemente sin hacer nada.
Sin embargo, este ejercicio es un laboratorio interno donde el practicante fortalece tendones, calma la mente y desarrolla la conexión entre estructura, respiración y energía.
El maestro Sun Lutang, uno de los grandes referentes de las artes internas, afirmaba que
“la quietud externa es el laboratorio donde se forja el movimiento verdadero”.
En sus escritos sobre Xingyiquan y Taijiquan describía el Zhan Zhuang no como una técnica estática, sino como una exploración consciente del cuerpo y el qi, donde cada músculo se “despierta” y cada respiración refuerza la conexión con el Dantian.
Pero no es un secreto exclusivo de las artes internas. En Shaolín, el legendario Mabu (马步) – postura de caballo – es su método principal de Zhan Zhuang. Las historias cuentan que los monjes permanecían meses enteros practicando solo Mabu, antes de ser admitidos en técnicas avanzadas.
La calma que vence al caos
En combate, dominar el movimiento con la quietud significa que el movimiento más efectivo no es el más rápido, sino el que nace del momento exacto. Un maestro de Bagua decía a sus discípulos:
“Cuando corras detrás del oponente, ya has perdido. Cuando puedas esperarlo quieto, ya has ganado”.
Esta calma entrenada permite:
Percibir antes de actuar: la mente no está nublada por el miedo ni el impulso.
Conservar energía: solo se usa la fuerza necesaria, sin despilfarro.
Responder con precisión: como el tigre escondido en las raíces, el ataque ocurre solo cuando sea efectivo y letal.
Del árbol al dragón: Aplicación en la vida
Dominar el movimiento con la quietud, no es solo una estrategia marcial. Es también una filosofía de vida: aprender a sostener la calma en medio del caos, a no reaccionar impulsivamente, a observar antes de actuar. Desde un duelo hasta una negociación, desde el ring hasta el trabajo cotidiano, la calma entrenada se convierte en ventaja estratégica.
Conclusión: la calma que libera el poder
El dominio del movimiento no se logra corriendo detrás de técnicas o acumulando formas. Se consigue cultivando el terreno interno, ese espacio donde el cuerpo se enraiza y la mente se serena y enfoca a la vez. Allí, el movimiento ya no es reacción: es respuesta natural, precisa y efectiva.
Y como enseñan los viejos maestros:
“La verdadera quietud no es la ausencia de movimiento, sino el origen de todo movimiento verdadero.”
¿Quieres aprender a integrar Zhan Zhuang y la calma marcial en tu práctica?
En todos mis cursos online de Kungfu, al igual que en las clases presenciales, trabajamos estas bases desde el principio, día a día, con una metodología progresiva que transforma tu cuerpo y tu mente.
Te invito a que experimentes el cambio de tu vida.
⚡
Miguel Briske
Transmitiendo el arte ancestral para la vida moderna
📌 Sobre el autor
Miguel Briske es maestro de Kungfu Ancestral y Chikung, con más de 30 años de práctica e investigación en estilos como Shaolin, Chaquan, Xingyiquan, Taijiquan; Baguazhang, Xinyi Liuhequan y Liuhe Ziranmen. Su misión es transmitir el arte marcial ancestral como un camino vivo de transformación, para cuerpos reales y vidas modernas.
Comentarios