Como Encontrar al Profesor Adecuado

Para alguien que quiere comenzar a practicar artes marciales existen muchas posibilidades y pocas certezas. Un buen consejo es no creer fácilmente en todo lo que se puede leer en las revistas especializadas o en internet, ya que mucha de esta información sólo sirve a fines comerciales.

La mejor manera de encontrar una escuela y profesor adecuados, es buscar sin prisas y extensivamente. Sólo después de haber visitado varias escuelas y haber investigado sobre ellas, se puede tomar una decisión.

Luego de habernos decidido debemos enfocar toda la energía en seguir el método de la escuela elegida, por un tiempo prudencial, para que éste pueda darnos resultados observables.

Quizás sea exagerado, pero en china se dice que:

Un buen alumno

busca a su maestro por tres años

y un buen maestro

prueba a su alumno por tres años.

Seguidamente te presento algunas ideas y consejos útiles para cuándo se está buscando un profesor calificado con el que aprender.

La importancia de la practica

El hablar nunca reemplaza a la práctica, sin importar cuán informativa, acertada o amena pueda ser. Como esta es una actividad sumamente práctica, busca profesores que muestren personalmente lo que se debe hacer y a los que puedas ver practicando (sudando en lo posible).

Las artes marciales son actividades eminentemente prácticas y generan grandes cambios en todos los aspectos del ser humano, sobre todo a nivel físico.

Si el profesor no tiene la apariencia física de un deportista medio es porque en realidad no ha entrenado lo suficiente y aunque sepa mucho intelectualmente, su nivel real no puede ser bueno porque el raciocinio es importante y mucho, pero siempre va a necesitar de la experiencia directa y repetida millones de veces en el caso de querer lograr la perfección del movimiento corporal.

Interactuar físicamente

Los maestros deben interactuar físicamente con sus alumnos, la enseñanza no puede ser transmitida solamente de manera intelectual. Busca profesores que tengan la costumbre de cruzar manos con sus alumnos en benefício de ellos y no de su ego.

Desconfía de aquellas personas que para justificar su valía como profesor de kungfu, cuentan historias de maestros del pasado.

La valía como artista marcial se demuestra con las propias acciones y en tiempo presente.

Creo que no es bueno para el espíritu humano vivir de glorias ajenas, ni tampoco de las propias glorias pasadas, nos impide movernos hacia la conquista de nuevos objetivos.

Mitos en el arte Los profesores que hablan de "secretos en el arte", mienten intencionalmente con el fin de mantener a sus alumnos atados a su persona con promesas de futuro.

El único secreto para tener éxito en las artes marciales es el trabajo duro, constante, metódico, conciente e inteligente de los principios fundamentales. Estos deben ser claramente explicados desde el primer día por parte del profesor.

No existen mejores estilos

Solo existen mejores practicantes.

En estos tiempos los practicantes de artes marciales ya no tienen que demostrar sus habilidades de combate para ser reconocidos como verdaderos exponentes dentro del medio.

Los diversos títulos que suelen usarse todavía: shifu, maestro o gran maestro, quedan desprovidos de su significado original y ya no son una clasificación que valide unas habilidades personales.

Tiempo de vuelo

Una gran cantidad de años de practica o enseñanza no necesariamente significan que un maestro haya entrenado mucho o que sea bueno enseñando. Lo verdaderamente importante es la calidad y cantidad de entrenamiento en esos años.

Podemos hacer una analogía con el caso de un piloto de aviones.

No es lo mismo que diga - “vuelo aviones desde el año 1985” - a que diga - “tengo en mi haber 500 horas de vuelo”. Esto no nos da necesariamente una idea de su calidad como piloto, pero sí de su cantidad de experiencia real en el tema.

Lamentablemente nunca sabremos "cuántas horas de vuelo" tienen la mayoría de los maestros y, lo más lamentable es que, si no tenemos la posibilidad de verlos directamente en acción, nunca sabremos el nivel calitativo real que poseen.